miércoles, 26 de mayo de 2010

Imágenes de la Dama de Blanco

En estas diapositivas (slides) se muestran varias imágenes de la mujer que "encarna" la Dama de Blanco de la leyenda urbana argentina. Ver el vídeo en este blog donde se relata en detalle el origen de este mito en Argentina. Espero sus comentarios.

Fuente: www.Google/imágenes.

Zombies: Más Muertos Que Vivos

Los muertos pueden recobrar un cierto tipo de vida como «zombies», esclavos sin mente sometidos a magos diabólicos. Esto es lo que creen los habitantes de Haití, isla impregnada de tradición vudú.


Estas estructuras que se ven en un cementerio haitiano pretenden convertir las tumbas en un lugar seguro para los cadáveres. Incluso los más pobres emplean grandes sumas de dinero en fortificar sus tumbas.
«Cerca de ella, los negros dedos de un silencioso huésped agarraban rígidamente el pie de una copa de vino que, ladeándose, estaba derramando su contenido. El horror que la embargaba se desbordó. Cogió una vela, la acercó a la cabeza, que estaba inclinada y caída, y pudo comprobar que el hombre estaba muerto. Estaba sentada a la mesa del banquete en compañía de cuatro cadáveres...»

Así finaliza el relato de un banquete de boda vudú celebrado en los años veinte, tal como se lo contaron al periodista americano William Seabrook sus amigos haitianos. El propósito era convertir a los cadáveres en zombies por arte de magia. Esos zombies eran cuerpos semianimados que llevaban una vida crepuscular como esclavos del brujo que había organizado el banquete. (De hecho, según cuenta Seabrook, el brujo no pudo conseguir su objetivo, por lo que se marchó, desapareciendo con él los cadáveres.)

Sólo hay un país en el mundo occidental donde pueda tener lugar una celebración tan horrible: Haití, cuna del vudú.

¿Acaso los brujos vudúes poseen de verdad el poder de reanimar los cuerpos que acaban de morir? ¿O bien la noción de zombie no responde más que a una autosugestión de los practicantes del vudú?

La palabra zumbi aparece en muchos idiomas africanos. En el Congo significa «fetiche»; en Dahomey se refiere específicamente al dios Python. Al parecer, en el vudú moderno se recurre a una serpiente-diosa para que de vida al zombie según los deseos del brujo, convertido en dueño del cadáver. Los ritos que se practican combinan aspectos de la magia y de la religión africanas, junto con elementos derivados tanto del ocultismo occidental como del catolicismo popular.

El primer gobernate negro de Haití, Toussaint L'Ouverture.
El vudú desempeñó un papel importante en la expulsión de los franceses por parte de los haitianos. En agosto de 1791 Francia seguía zarandeada por la oleada revolucionaria que había comenzado dos años antes. Al principio no pareció que las cosas cambiaran mucho en Santo Domingo, el tercio occidental de la isla caribeña de La Española, la joya más brillante de la corona colonial francesa. Allí, 40.000 franceses controlaban a medio millón de esclavos negros y a 30.000 mulatos y cosechaban algodón, azúcar, café e índigo. El primer efecto de los disturbios en Francia fue mejorar la suerte de los mulatos. Entonces, los haitianos de piel oscura comenzaron a inquietarse, con la ayuda de un misterioso cura-brujo llamado Boukman que había llegado a Santo Domingo procedente de la colonia británica de Jamaica.
El 14 de agosto de 1791 Boukman reunió a los que querían seguirle en un remoto lugar de la selva. Según los relatos de la época, miles de esclavos recorrieron las sendas secretas de la selva hasta el lugar del encuentro, bajo una tremenda tormenta tropical que debió de añadir aún más horror a los actos que siguieron.

Boukman celebró un ritual de sangre, sacrificando un cerdo y pidiendo a todos los que quisieran ser libres que bebiesen la sangre caliente. La ceremonia acabó con una danza salvaje de «borrachera divina», finalizada la cual los participantes desaparecieron de nuevo en la selva. El ritual, en su conjunto, presentaba un estrecho parecido con las actividades de los Mau-mau durante la guerra de la independencia de Kenya en los años cincuenta de este siglo, y el resultado también fue similar. Durante los días siguientes la mayoría de las grandes plantaciones fueron arrasadas, y sus propietarios asesinados. A pesar de que los colonos franceses más valientes permanecieron allí 12 años más, el resultado final de la reunión nocturna fue la derrota completa de los franceses y el establecimiento, bajo el liderazgo del presidente Toussaint L'Ouverture, de la república negra independiente de Haití, patria del vudú. Según las creencias del campesinado de Haití y de parte de la élite educada, también era la patria de los zombies.

El zombie es esclavo de un brujo diabólico, conocido por el nombre de bokor, que es quien extrae de su tumba el cadáver recién enterrado y quien le confiere una sombra de vida mediante ciertos conjuros. Sin embargo, se trata de una existencia incompleta: el zombie come, respira, excreta, oye e incluso habla, pero no recuerda nada de su vida anterior y no comprende nada de su propia condición actual. En otras palabras, un zombie es un robot de carne y hueso, una máquina biológica.

Un traje y un sombreo negros, colocados sobre la cruz de una tumba, representan las prendas funerarias del Barón Samedi, un dios de la muerte vudú.
El campesino de Haití, siempre alerta frente a cualquier aspecto diabólico o peligroso del vudú, es capaz de descubrir a un zombie por varios signos. El zombie suele caminar dando bandazos, realiza las acciones físicas de manera mecánica, tiene una mirada helada y desenfocada, y habla con voz nasal. Esta última característica, en particular, se asocia con la muerte en el folklore de Haití, probablemente debido a la costumbre de taponar las fosas nasales de los cadáveres con algodón. Los guédé (siniestros y lascivos dioses de la muerte del panteón vudú) se caracterizan por hablar de este modo. Cuando un devoto del culto vudú está poseído por un guédé, siempre habla con entonación nasal. Otra relación más entre los zombies y los dioses de la muerte nos la da el hecho de que uno de los más famosos dioses, el Capitán Guédé, a veces también es conocido bajo el hombre de Capitán Zombie.

Casi todos los haitianos temen la posibilidad de que sus parientes fallecidos puedan ser transformados en cadáveres ambulantes. En el Haití actual pueden apreciarse con facilidad varias de las medidas preventivas adoptadas para evitarlo. Así, por ejemplo, hasta los campesinos más humildes se endeudan para recubrir con pesadas losas las tumbas de sus parientes más cercanos. En las zonas rurales se excavan las tumbas lo más cerca posible de una carretera o camino, para que los brujos, por miedo a las miradas curiosas, no puedan llevar a cabo su nefasta tarea.

En otros casos, la familia del muerto velará la tumba durante noches seguidas hasta convencerse de que el cuerpo está suficientemente descompuesto y ya no le es útil a un bokor. Ocasionalmente, los muertos son enterrados directamente en los patios de las casas de los campesinos.
Los que temen de manera especial a la brujería toman precauciones mucho más extremadas para impedir que sus muertos ingresen en el semimundo brumoso de los zombies. Inyectan veneno en el cuerpo, lo mutilan con un cuchillo, o incluso le disparan para «rematarle». Una precaución menos drástica consiste en colocar en la tumba agujas y carretes de hilo, así como miles de pequeñas semillas de sésamo. La creencia es que el espíritu del muerto estará tan ocupado en la tarea de enhebrar las agujas y contar las semillas, que no oirá la voz que le ordene salir de la tumba. Otra medida consiste en poner un cuchillo en las manos del muerto, para que pueda defenderse.

Una sacerdotiza vudú, con la mirada fija, poseída por un frenesí de carácter místico. Acaba de morder la cabeza de un pollo: su camisa está manchada de sangre.
A veces los brujos controlan enormes grupos de zombies, y en alguna ocasión han llegado al extremo de alquilarlos como trabajadores. Uno de estos casos fue registrado por William Seabrook.

En 1918 la cosecha de azúcar fue extraordinaria. La Hasco (Haitian-American Sugar Corporation, Compañía haitiano-norteamericana del azúcar) ofreció nuevos puestos de trabajo en sus extensas plantaciones. Muy pronto acudieron a las oficinas de empleo de la compañía pequeños grupos de habitantes del poblado, a veces familias enteras. Era costumbre que los habitantes de un mismo poblado trabajasen colectivamente; la persona más representativa recibía la paga de todos, que luego repartía al regresar a casa.

Una mañana, un viejo jefe de poblado llamado Ti Joseph y su esposa Croyance llevaron a las oficinas de la Hasco a un grupo constituido por nueve hombres harapientos y andrajosos. Joseph explicó que se trataba de unos granjeros atrasados e ignorantes procedentes de una remota zona montañosa próxima a la frontera de Haití con la República Dominicana. Sólo hablaban un extraño dialecto rural, y no comprendían ni el criollo ni el francés. A pesar de esta desventaja, añadió, eran excelentes trabajadores, fuertes y sanos.

El responsable laboral de la Hasco contrató al grupo, y aceptó la sugerencia de Joseph de que trabajasen lejos de los demás grupos: el viejo explicó que eran tan primitivos, que en presencia de otras personas se volverían tímidos y se asustarían. Sin embargo, el verdadero motivo para insistir en que el grupo trabajase aislado era el temor de que alguno de ellos fuese reconocido por un familiar o un antiguo amigo: todos los trabajadores de Ti Joseph eran zombies.

Los extraños hombres de Ti Joseph trabajaban diligentemente durante las horas del día, y sólo paraban al atardecer para comer su potaje de mijo sin sal. La tradición vudú sostiene que si un zombie prueba la carne o la sal se vuelve consciente de su verdadera condición y regresa a su verdadero lugar, la tumba, derramando amargas lágrimas.

Un domingo por la mañana Ti Joseph dejó a su mujer Croyance al cuidado de los zombies durante todo el día. Croyance, sorprendentemente, pensó que tal vez les gustaría asistir a una procesión religiosa. Sin embargo, los zombies no se conmovieron ni por el espectáculo ni por nada de lo que ocurría a su alrededor. Mudos y ausentes, continuaron con la mirada fija en el espacio.

En este templo haitiano, el altar está adornado con tambores, espadas y vasijas rituales (objetos utilizados en las ceremonias vudúes), además de imágenes cristianas.
Croyance, apiadándose de ellos, decidió que quizá les gustaría alguna golosina, por lo que compró algunos pastelitos hechos con azúcar moreno, cacahuetes y coriandros, poniendo uno en la boca de cada zombie. Sin embargo, los cacahuetes habían sido sazonados con sal. Al comer la golosina, los zombies se dieron cuenta de que estaban muertos. Con un grito tremendo se levantaron y huyeron del poblado, dirigiéndose hacia la selva en dirección a sus lugares de origen en las montañas.

Cuando por fin llegaron a su destino, fueron reconocidos por los parientes y amigos que les habían enterrado meses atrás. Al llegar al cementerio cada uno de ellos se dirigió a su propia tumba, apartó las piedras y la tierra que la cubrían y se echó dentro, convertido ya en una masa en descomposición. El poder de Ti Joseph, que había evitado que sus cuerpos se descompusiesen, se había desvanecido.

Los habitantes del poblado se vengaron de Ti Joseph. Pagaron a un brujo local para que le maldijera. Pero antes de que la maldición pudiera surtir efecto, algunos hombres le tendieron una emboscada y le cortaron la cabeza. A Seabrook le contó esta historia Constant Polynice, un granjero de Haití que afirmaba no creer en las supersticiones de sus paisanos. Sin embargo, añadió, los zombies sí eran una realidad. Poco después de contar esta historia, le mostró a Seabrook un grupo de tres presuntos zombies. Estaban cavando la tierra con machetes, bajo la supervisión de una mujer joven.

lunes, 24 de mayo de 2010

La Dama de Blanco: Leyenda Urbana Argentina

Mitos y Leyendas Urbanas de Argentina

La Dama Vestida de Negro

En San Gregorio, localidad cercana a Venado Tuerto, Provincia de Santa Fe, sus pobladores relatan que una mañana de cerrada llovizna, un abastecedor del frigorífico Maru de Rufino encontró en la ruta 14 a una mujer vestida de negro que hacía el tradicional gesto de autostop.

La llevó hasta la ciudad y cuando la dama se bajó, tras agradecerle por haberla acercado hasta escasa media cuadra de su casa, le dijo su nombre: Nancy Núñez. Poco después, el hombre se enteró de que Nancy Núñez había fallecido un año y medio atrás en un extraño accidente, cuando la avioneta que piloteaba su marido había perdido una de sus ruedas impactando en el auto que ella conducía, lo que le había causado la muerte instantáneamente.

El sorprendido abastecedor descubrió también que el lugar en donde había parado para levantar a la mujer, entre Cristophersen y San Gregorio, era exactamente el sitio donde había ocurrido la tragedia que poco antes había conmocionado a la localidad. Otros testimonios dan cuenta de la misma aparición, en la misma ruta, a la altura del lugar del accidente.


La que se Murió de Amor
Este mito tiene raíces en la historia del país. Cuenta la tradición que cuando la joven Felicitas Guerrero se casó en 1862 con Martín de Álzaga, un hombre mayor y acaudalado, era una de las mujeres más bellas de la sociedad porteña. Al año siguiente de la boda y tras perder a su único hijo, Felicitas quedó viuda con apenas 26 años.

A su hermosura sumaba el hecho de ser una de las fortunas más grandes de la Ciudad de Buenos Aires, lo que la convirtió en objeto de admiración y requerimiento de muchos pretendientes. Entre ellos estaba el celoso Enrique Ocampo, a quien la viuda rechazó sin miramientos. Quiso el destino que el enamorado descubriera que la causa de tal rechazo era la preferencia de Felicitas por el estanciero Samuel Sáenz Valiente. Enfermo de rabia, Ocampo mató a la muchacha con un disparo en la espalda y al instante se suicidó.

Los Guerrero mandaron construir, en homenaje a su hija, una capilla ubicada en la calle Isabel La Católica, entre Brandsen y Pinzón. Los vecinos del lugar sostienen que cada 30 de enero, fecha de la muerte de Felicitas, aparece su fantasma con el torso ensangrentado, vagando errante durante toda la noche hasta el amanecer. Es frecuente, agregan, que muchas mujeres se encomienden a ella para encontrar un gran amor o para conservar el que ya tienen.

Créditos: http://www.lobago.com.ar/foro/showthread.php?t=444

Tomado del enlace de la Comisión C-22

La Sayona - Castigo del Hombre Infiel

MITO Y LEYENDA VENEZOLANA:

Las leyendas sobre espantos forman parte de nuestra literatura oral, pasando de generación en generación y causando las mismas impresiones que, quizás alguna vez tuvieron nuestros abuelos, cuentos espeluznantes como el de La Sayona, aparición de una mujer elegante y alta, considerada como una señal castigadora de los hombres infieles.

La Sayona es un relato originario de los llanos y data de la época colonial. Se trata de la historia de una mujer muy celosa que mató a su marido y su mamá, pensando que éstos tenían un romance.

Su madre, en la agonía de muerte, la maldijo diciéndole: "Sayona serás para siempre y en nombre de Dios, que así sea". Desde ese entonces vaga sin descanso ni paz, persiguiendo a los hombres infieles para conquistarlos y luego matarlos.

Entre las muchas historias que se cuentan en los llanos venezolanos se encuentra la siguiente:

Una noche un hombre se escapó para encontrarse con su amante, en medio del camino se sorprendió al ver que ella venía a su encuentro, aunque le extrañaba su caminar tambaleante. Corrió detrás de ella, pero al llegar a su casa la mujer siguió de largo. El hombre desconcertado le dijo: Pero bueno, ¿Qué pasa? Cuando volteó, se encontró con una mujer blanca con cara de muerte, dientes afilados como hachas y unas enormes uñas como garras. Salió corriendo hacia su casa y el ánima lo persiguió con los brazos abiertos para estrecharlo.

El hombre logró escapar y al llegar a su casa, se encontró con su suegra despierta, quien al verlo tan agitado le preguntó:

Mijo ¿Y a ti qué te pasó?

¡Qué buen susto me llevé! Salí un momentico a orinar y me salió esa mujer...

¡Ay mijito, tú como que le estás montando los cuernos a mi hija! Déjese de eso, yo que se lo digo...

El hombre asegura que tras esa experiencia no le quedaron mas ganas de volver a engañar a su mujer.

Por lo tanto, es mejor que aquellos hombres que disfrutan engañando a su pareja, se lo piensen bien antes que se le aparezca LA SAYONA que tiene la particularidad de desdoblarse, es decir, puede aparecer como un perro o un lobo.



Créditos: http://www.venezuelacoplasyleyendas.com/data/leyendas/sayona/index.htm

Enlace tomado de la Wiki Comisión C-21

miércoles, 19 de mayo de 2010

Leyendas, creencias y cuentos de Panamá

En el ámbito de las creencias, leyendas, cuentos y tradiciones latinoamericanas, Panamá es uno de los países más ricos en este tipo de narraciones, generalmente de carácter oral, lo cual agrega un gran colorido que, al llevarse al texto escrito, las convierte en una obra que atrapa e intimida. El hombre que llevaba sombrero de Panamá, El cotorú llorón, La mujer empollerada, entre otros no menos interesantes constituyen una muestra de la riqueza imaginativa panameña. El carácter oral de las narraciones latinoamericanas, permite que muchas veces los temas resulten coincidentes. Tal es el caso de La Tepesa y La Tulivieja, leyendas Panameñas, pero que empalman con La llorona, la ya conocida leyenda mexicana.
Pero la más hermosa de ellas es la Leyenda de los Emberá- Wounaan de Panamá, referido a la creación. Incluimos aquí unde una tribu emberá.
Cabe destacar que en las leyendas, mitos, cuentos panameños hay una marcada predilección de elementos diabólicos que conectan no sólo con sus creencias , sino que también son parte significativa de sus orígenes y tradiciones. Es el caso, por citar sólo uno, de los congos. Estos provenían, en su mayoría, de Guinea y El Congo. En la siguiente secuencia se puede apreciar una muestra del colorido con que ellos se disfrazan para sus representaciones carnavalescas. Incluye también un vídeo del baile congo.

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Descarga la presentación aqui!

sábado, 15 de mayo de 2010

Mitologia del Chupacabras

El Chupacabras en Power Point.



En este proyecto de Power Point se les presenta la mitologóa del chupacabras con su Localización, Descripción, Origen, Caracteristicas de sus ataques y su Historia.

Mitos y leyendas en RD

viernes, 14 de mayo de 2010

Video del chupacabras

Este es el video del Chupacabras
Muestra la idea que se tiene de su apariencia y los lugares donde han sido registrados los ataques relacionados a este.


Mitos y Leyendas de México y Puerto Rico

El Chupacabras

Es un mito famoso en todo el mundo que se basa en la aparición de animales de granja muertos, pero con la característica particular de que los cadáveres no tienen sangre ni signos de haber sido atacados por otro animal común y corriente a simple vista.

Para explicar el fenómeno han surgido las más variadas teorias que se trata de un murciélago gigante, de un extraterrestre, un experimento científico, una mutación o un demonio.

¿CÓMO ES EL CHUPACABRAS?

Ha sido descrito de diversas maneras, pero de entre las notables diferencias, se ha logrado formar un “chupacabras tipo”, que reúne las características que todos dicen haberle observado:

  • El chupacabras es un animal hematófago, es un ente de inteligencia superior a la de los animales, pero inferior a la del hombre, es nocturno y sumamente fuerte.
  • Además, tiene alas, garras y al menos un gran colmillo o tubo, mediante el cual extrae la sangre de sus víctimas.

miércoles, 12 de mayo de 2010

El Galipote

Mitos y Leyendas de Puerto Rico.




Mitos y Leyendas de Puerto Rico

1- La Garita del Diablo














Con un grito de" Alerta" el centinela comenzaba la jornada militar,esto se efectuaba frecuentemente para no dormirse y atestiguar su vigilancia. Misteriosamente, durante una noche oscura, desapareció un centinela de esta garita, surgiendo así la leyenda de la "Garita del Diablo".
Los habitantes de la isla de Puerto Rico, eran muy propensos a los ataques de piratas. Por tal razón tenían que pasarse la vida vigilando. La ciudad capital estaba rodeada (aún está) por castillos y murallas . Alrededor de las murallas habían, entre trecho y trecho, unas garitas o torresitas donde los soldados hacían su guardia día y noche.


Por las noches se sentían las rondas de gritos que los centinelas gritaban para no dormirse
Entre todas las garitas, había una, la más distante y solitaria. Estaba sobre un acantilado profundo en el extremo de la bahía. En el silencio de la noche, el ruido del mar producía un rumor como si los malos espíritus estuvieran cuchicheando.
Había un soldado al cual llamaban "Flor de Azahar". El y como el soldado Sánchez tenía la piel blanca como el azahar, le llamaban así. Esa noche le tocó a Sánchez velar en esa garita.
Como de costumbre, los gritos de contraseña de los soldados se escuchaban de trecho en trecho. Pero, al llegar al de el soldado Sánchez, nadie contestaba. Solo se escuchaba el viento silbar y el mar con su rumor.
El miedo se apodera de sus compañeros que pasaron la noche temblando, del solo pensar, que le hubiese pasado a su compañero.
Al salir el sol, todos salieron corriendo hacia la garita a ver qué había pasado en la garita, que se había quedado muda durante la noche. Encontraron: el fusil, la cartuchera y el uniforme del soldado Sánchez. El soldado Sánchez, había desaparecido sin dejar rastros.
Los soldados, que eran supersticiosos, comenzaron a decir que un demonio lo había sorprendido y se lo había llevado por los aires.
Desde ese día, a la garita del desaparecido Sánchez, se le conoce como "La Garita del Diablo".




2-Leyenda taina de Guanina y Sotomayor











Guanina era una india taina, hermana de Agüeybaná el Bravo, ósea el jefe de la tribu y de un grupo de bravos guerreros, el cacique supremo de toda la isla de Puerto Rico. Guanina significa en el lenguaje taíno: "Resplandeciente como el oro".
Los conquistadores españoles se habían apoderado de la isla de Borinquén, que así se llamaba entonces la isla de Puerto Rico.
En aquel tiempo, un indio llamado Guarionex vivía enamorado de Guanina.

Guarionex cada vez que veía a Guanina le declaraba su amor. Ella no le correspondía porque ella vivía enamorada de un conquistador español llamado Don Cristobal de Sotomayor,
Guarionex lleno de odio mortal hacia Sotomayor, le gritaba: - ¡Don Cristobal, uno de los dos debe de morir! Tú no mereces vivir porque me robaste el amor de Guanina, y yo no quiero seguir viviendo si me falta su amor.
Los españoles haciendo caso omiso al pacto, se repartieron a los indios como siervos. Los explotaban especialmente en los yacimientos de oro. Ya desesperados los indios anhelaban volver a ser libres. Una noche, celebraron un areito Esa noche Agüeybaná y los taínos decidieron que los españoles tenían que morir para ellos poder ser libres otra vez.
Guarionex quiso el poblado de su enemigo mayor, que era Don Cristobal de Sotomayor. Güarionex no pudo matar a Don Cristobal de Sotomayor porque en ese momento Sotomayor estaba llegando al bohío de Agüeybaná donde Guanina le advirtió que se salvara que los indios se habían revuelto en su contra.
Sotomayor se fue con sus soldados a La Villa de Caparra para ver al Gobernador. Agüeybaná le prestó a Sotomayor a unos Naborías para que lo ayudaran con la carga. Pero en secreto les dijo que cuando empezara el ataque, huyeran con la carga. Guanina no quiso dejar a Sotomayor huir solo y se fue con el.
Los indios tainos los persiguieron y el ataque empezó. . En el momento de mayor peligro, Guanina se interpuso entre Sotomayor y los indios y recibió en su cuerpo la herida mortal que iba dirigida a su amado. En ese momento de distracción de Sotomayor, Agüeybaná aprovechó para traspasarlo con su flecha. Cayó Sotomayor en los brazos de su amada Guanina.
Agüeybaná mandó a que los enterraran juntos, pero que a Sotomayor le dejaron los pies fuera de la tumba para que no pudiera encontrar el camino a la tierra de los muertos.
Poco después los españoles rescataron los cuerpos y los enterraron, uno al lado del otro, al pie de un risco empinado y a la sombra de una enorme ceiba. Desde entonces, los jíbaros dicen que cuando el viento agita de noche las ramas del árbol frondoso, se oye un murmullo, que no es el rumor de las hojas, y se ven dos luces muy blancas, que no son luces de luciérnagas o cucubano, sino los espíritus de Guanina y Sotomayor que flotan, danzan y se funden, cantando la dicha de estar unidos siempre.


3-La capilla del Cristo




Dice la leyenda, que para los años 1750 más o menos, se había efectuado una carrera de caballos a lo largo de la calle Del Cristo. Uno de los participantes no pudo detener su caballo y se cayó por el precipicio. Don Tomas Mateo Prats, que era el secretario de gobierno para aquel entonces, invocó al Santo Cristo de la Salud y que el joven que cayó por el precipicio se salvó. Por agradecimiento al Santo Cristo de la Salud, Don Tomas Mateo Prats ordenó construir la Capilla.
La verdad, no es esa, estudios recientes hechos por Don Adolfo de Hostos confirman que el joven que cayó por el acantilado, si murió. Y que Don Tomas Mateo Prats ordenó erigir la Capilla para evitar tragedias futuras.

Por Ana Báez

lunes, 10 de mayo de 2010

sábado, 8 de mayo de 2010

La Ciguapa



Origen: República Dominicana


Las ciguapas son extrañas mujeres salvajes que habitan en las montanas y poseen poder mágico. Son de tez morena, de ojos negros y rasgados, de pelo suave y lustroso, tan largo que es la única vestimenta de su cuerpo a la intemperie. En algunas regiones los campesinos dicen que son diminutas y de cuerpo desproporcionado; otros que tienen las piernas largas y delgadas; algunos afirman que son velludas y unos pocos que están bellamente emplumadas.


Todos sostienen sin embargo que tienen el rostro hermoso y que son muy ariscas. Quizás las ciguapas mas que bellas y ariscas, sean tristes, pues tienen los pies al revés y dejan huellas contrarias al rumbo de su destino... Estas criaturas son esencialmente nocturnas o prefieren las zonas oscuras de los bosques; cuando salen lo hacen en busca de frutas, peces o aves con los cuales se alimentan.

Nunca se ha oído hablar a las ciguapas; afirman que emite aullidos e hipidos cuando corren por los campos, y cuando saltan o duermen entre las ramas de los árboles. Cuentan que las ciguapas tienen un corazón cazador, y que salen por las noches de las serranías en busca de algún caminante nocturno al que embruja , ama y luego mata. Al decir de las leyendas las ciguapas tienen malas costumbres; estas salen de sus moradas a robar manteca y carne cruda de las cocinas, aunque afirman que les gusta el maíz y otros granos que se siembran en los conucos.

En algunas regiones han visto a las ciguapas cabalgar por las madrugadas en los llanos de las montanas, y las han descubierto haciendo trenzas en las crines y las colas de los caballos. Se dice que una ciguapa se atrapa un día de luna creciente con un perro jíbaro y cinqueño. No obstante, se añade que es preferible dejarlas en paz, pues es tan grande el dolor que sienten en cautiverio, que al final mueren de pena. Alguna vez se escucho la leyenda de un ser de los bosques llamado ciguapo.

Era este un gallo vuelto de espaldas, con el lomo emplumado y el pecho con senos de mujer. Cuentan que su grito se asemeja al llanto de un niño, y que esperan terribles infortunios a la persona que se atreve a matar a una de estas aves. Si usted ve a una ciguapa, nunca la mire a los ojos para que no le embruje con su poder...




La Ciguapa, publicado en la wiiki mitos y leyenda por Ana Baez


posteo de prueba de Nancy Arias


El Barón del Cementerio
Una reiteración molestosa


-Como una reiteración tediosa y violatoria a la libertad de culto que estipula la Constitución dominicana, las autoridades del Cementerio Nacional de la Máximo Gómez, prohibieron las prácticas al Barón del Cementerio en los más de tres lugares dedicados al culto, constituido como el de mayor presencia y militancia de estas creencias en el país.

-De estrecha relación con el vudú, el culto al Barón del Cementerio se erige como el de más asiduidad entre creyentes y practicantes de esta religión y de muchos dominicanos que sin ser devotos fieles al vudú, comparten con estas creencias y devociones en la tumba del primer muerto enterrado en el Campo Santo. En el caso del Cementerio de la Máximo Gómez, construido en la época de Trujillo, la primera tumba se encuentra justo a la entrada frontal del cementerio y posee la cruz más alta del lugar transformado por el imaginario sagrado popular en punto de peregrinación, devoción, ensalmos, responso, despojos, ofrendas, peticiones, promesas y otros ritos de veneración.

-La creencia asigna poderes divinos a este primer muerto y la gente se apropia del espacio sin importar el parecer de los familiares del difunto allí enterrado. El imaginario popular convierte el lugar en sagrado y frecuentado por mucha gente todos los días y a cada momento. Las razones de la visita tienen diferentes motivaciones pero al fin y al cabo es bajo la convicción de que una petición al Barón del Cementerio, sería respondida por éste y como resultado, se le cumple con promesas.

Así mismo, se tiene la firme creencia que su poder divino ahuyenta los malos espíritus, aclara el camino, atrae el bien, bendice los cuerpos, espanta las energías negativas y por tanto, la fuerza de convocatoria de esta deidad, cabeza de la familia de los guedeses en el panteón vudú (cuya especialidad es el mundo de los muertos), se ha transformado en la única manifestación pública abierta de este culto en nuestro país, de singular significación para los depositarios de la tradición entre quienes, dicha manifestación cultural adquiere un valor significativo y emocionalmente funcional, expresión de un patrimonio inmaterial vivo para estos grupos practicantes.

Su prohibición y restricción es una medida indebida y antidemocrática, violatoria por demás de los principios de libertad de credo y de la diversidad cultural que caracteriza nuestra sociedad, mestiza, múltiple no sólo en lo racial sino en lo cultural. Transgresora de preceptos constitucionales y convenios internacionales sobre el patrimonio cultural inmaterial de los que hemos sido signatarios, la decisión debe ser seria y críticamente ponderada.

-Esta diversidad cultural nuestra se hace eco en lo sagrado, donde también expresaría una espiritualidad múltiple, es por eso que la decisión de la Sala Capitular del Ayuntamiento del Distrito Nacional o de la Oficina Administrativa del Cementerio de la Máximo Gómez amparada en supuestas acciones delincuenciales, desordenes y otras acciones de inconductas, no es indicativa por deducción, a los practicantes y al culto mismo, lo cual no omite acciones indelicadas que puedan producirse en determinados momentos en un lugar público pero bajo ninguna circunstancias, son relacionables de manera automática con un culto que por demás ha visto pasar muchos administradores y Síndicos sin que hayan hecho desaparecer las prácticas al Barón del Cementerio que como expresión genuina de una tradición cultural arraigada en la gente no se elimina, ni por decreto, ni por desconsideraciones prejuiciadas.

-Lamento esta reiterada acción de abierta discriminación que trata de envolver en el mismo ambiente, las prácticas y creencias al Barón del Cementerio, con actos deliberadamente antisociales, en un lugar que por la desatención de las autoridades, ha quedado en el más penoso abandono y desorden, pero sobre todo de gestión pública. El descuido es visible desde el momento mismo en que nos acercamos al lugar a compartir con nuestros difuntos un momento interiormente espiritual.

-Todos sabemos que se han vendido en dicho cementerio y otros que van por el mismo camino, hasta las aceras. Encontrar una tumba en este cementerio, es una laboriosa tarea, debido a que los caminos y pasillos para transitar el Campo Santo, se han convertido en tumbas y nichos desproporcionalmente intervenidos por familiares sin que nadie imponga autoridad, regulación, orden y control de la seguridad del lugar.

Ante tanta desorganización administrativa, lo más cómodo de ésta y otras administraciones es cargar a otro la deficiencia. Somos partidarios del orden, la seguridad ciudadana del lugar y el ordenamiento del mismo, sin embargo rechazamos que se haga prohibiendo una creencia, que aunque para muchas gentes del país, es expresión de atraso, hechicería o ignorancia; al mismo tiempo, es espacio de paz espiritual, meditación, ejercicio de bien, bendiciones, encuentro espiritual y esperanza ante la desventura de la cotidianidad, para otra parte de dominicanos (as).

-Este hecho es suficiente para que sea respetada esta manifestación cultural no sólo por cualquier ciudadano distante de las mismas, sino y sobre todo, por las autoridades nacionales, elegidas por muchos de esos ciudadanos para que regulen la vida social, garanticen su seguridad y derechos civiles.